lunes, 17 de octubre de 2016

Síntomas de la hiperacusia

El síntoma principal de quien padece hiperacusia es la intolerancia a sonidos moderados o incluso leves. La exposición a los sonidos provoca molestias y dolor, y los sonidos son percibidos como más altos de lo que realmente son. Puede darse en uno o en ambos oídos.

Algunos ejemplos de sonidos cotidianos que comúnmente son reportados como intolerables son el ruido que se produce al manipular la vajilla, los chillidos de los críos, los ladridos de perros, el sonido de altavoces pequeños como los de un móvil o un ordenador portátil, el ruido de tráfico de vehículos, alarmas, sirenas, los pitidos de aparatos electrónicos y electrodomésticos, arrugar bolsas de plástico, o aplausos. En general, los sonidos de frecuencias altas son los sonidos que más molestan.

No todas las personas con hiperacusia experimentan este síntoma de la misma manera; hay quien ante la exposición a sonidos no experimenta dolor o éste es muy leve, o hay quien no tiene la percepción de que los sonidos suenen demasiado altos.

Junto al síntoma principal pueden aparecer otros síntomas relacionados; algunos son muy frecuentes y otros aparecen raramente. Estos síntomas son los siguientes:
  • Acúfenos (también conocidos como tinnitus). Son ruidos subjetivos que los oídos perciben a pesar de no haber estímulo físico externo que los produzca. Pueden aumentar de volumen ante la exposición a sonidos por encima del umbral de tolerancia.
  • Sensación de oídos tapados.
  • Dolor localizado en oído interno. Éste es descrito como dolor afilado e intenso, dolor leve o quemazón en el oído.
  • Distorsión de los sonidos. Puede ser percibido también como sonido metálico.
  • Autofonía (resonancia molesta de la propia voz).
  • Sensación de cosquilleo o picor en el oído.
  • Dolor irradiado a las zonas inervadas por el nervio trigémino (mejilla, mandíbula, dientes, cuero cabelludo, senos maxilares, parte anterior de la lengua, etc.).
  • Sensación de sonido apagado.
  • Aleteo del tímpano.
  • Sonidos en el oído medio (objetivos, no acúfenos) provocados al hablar, tragar o bostezar.
  • Dolor de cabeza.
  • Vértigo y desorden de equilibrio.
  • Dolor de garganta.

La hiperacusia puede conllevar otros síntomas de carácter psicológico. Las dificultades para sobrellevar los síntomas físicos en la vida diaria puede derivar en miedo a los sonidos (conocido como fonofobia), o provocar respuestas emocionales negativas ante la exposición al sonido como enfado, ansiedad o incluso odio.



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